¡Ayuda! Mi hijo es melindroso para comer
Si usted tiene un niño que come solo cierta comida, rehusa consumir lo que se le pone en el plato o come lo mismo todos los días, entonces usted tiene un niño melindroso para comer”, así lo define la nutricionista Melissa Somers.
Esta situación puede ser frustrante para un padre. Pero no se preocupe.
Según la nutricionista, esto es común cuando los niños están en el proceso de desarrollar preferencia y sabores.
A continuación, la experta le brinda una serie de consejos que le ayudará a mejorar los hábitos alimenticios de su hijo y a disminuir el síndrome del niño quisquilloso para comer.
En primer lugar, las recomendaciones van enfocadas a lo que usted como padre debe poner en práctica:
• Manténgase positivo durante el tiempo de comidas.
• Ignore el comportamiento negativo hasta donde sea posible.
• Nunca soborne o premie a su niño para que coma.
• Nunca castigue a su hijo por no comer.
• Dele a su hijo dos opciones de comida razonables si el tiempo y la situación lo permiten.
• Evite una lucha de poder, si su hijo rehusa a comer nunca lo obligue a que lo haga.
Los siguientes consejos se centran en lo que su hijo debe tener:
• Tenga un tiempo de quietud antes de las comidas para permitir que sus niños estén tranquilos y ellos puedan comer mejor.
• Apague la televisión durante la comida para evitar las distracciones y promover más la conversación.
• Tenga un horario de comidas donde los niños puedan comer cada 3 o 4 horas. Esto ayuda a regular el reloj del cuerpo y también a que aprendan cuando sentirse hambrientos y llenos.
• Permita que sus hijos más jóvenes experimenten con diferentes sabores y texturas.
• Deje a su niño decidir la cantidad que quiere comer y cuando ellos han comido suficiente.
• Ayudar en la preparación de la comida, ya sean comprando, cocinando y sirviendo los alimentos.
Según la nutricionista los consejos anteriores son tan importantes como cuando se trata de hablar propiamente de la alimentación.
• Sirva comidas simples y trate un alimento a la vez.
• Estimule el interés mediante los tamaños, texturas, formas y colores.
• Ofrezca comida balanceada en la cual el niño pueda encontrar tanto verduras, vegetales y frutas.
• Sirva porciones para un niño. Es mejor servir menos y que su hijo pida más después.
• Introduzca nuevas comidas en pequeñas porciones.
Recuerde que la comida debe ser servida por lo menos 10 veces antes de que un niño melindroso vaya a comerla en porciones aceptables.
Permita tratar simples placeres de la vida. Solo balancee estos tiempos con opciones sabias de comida y actividad física.