El mal aliento puede ser abrumador
¿Quién no ha estado en la incómoda posición de hablar con alguien que tiene mal aliento? Incluso llega a retener la respiración o retroceder unos cuantos pasos para no ser presas de ese mal olor.
Pero, aunque usted no lo crea la mayoría de las personas con este mal, conocido como halitosis, no tienen ni la menor idea que lo padecen y es que, según los especialistas, el olfato de estas personas se ha desensibilizado al pestilente olor que sale de sus propias bocas.
La halitosis, que se manifiesta en diferentes grados y tiene distintos orígenes, se conoce como el conjunto de olores desagradables que salen por la boca y es un problema que afecta al 50% de las personas.
En la mayoría de los casos, el mal olor proviene de la propia cavidad oral, especialmente la placa bacterial de la lengua. Aunque también surge de enfermedades periodontal, caries e incluso el fumar. Un porcentaje también es debido a problemas del tracto respiratorio o inconvenientes con la digestión.
La dentista y portavoz de Colgate, Karent Sierra, reconoció que los dientes, la garganta y lengua son un idóneo terreno para que las bacterias hagan de las suyas. Alimentos como la cebolla o el ajo dejan rastro de su presencia sobre todo cuando la persona no se cepilla adecuadamente ni usa el hilo dental con frecuencia.
“Yo recomiendo a mis pacientes mantener una buena higiene bucal, no solo en los dientes con el cepillado, también no olvidar de cepillarse la lengua, usar el hilo dental y también el enjuague bucal como Colgate Total Daily Repair, el cual ayuda a matar los gérmenes del mal aliento y al mismo tiempo a reparar el daño diario de los dientes, para mantener así una sonrisa fresca y sana”, comentó Sierra.
No obstante, una vez que la persona se haya dado cuenta de que padece un problema, en lugar de esconderse o tratar de no abrir su boca para que lo descubran, la especialista aconseja tres pasos que pueden ayudarle; hacer gárgaras con antisépticos orales, masticar chicles sin azúcar que aumenta la salivación y ayuda a “limpiar” la boca, y evitar largos periodos de ayuno. De igual modo deberá visitar a su odontólogo dos veces al año y mantener su boca limpia de acuerdo a las recomendaciones dadas por la experta.
Recuerde, si usted no quiere encabezar el porcentaje de quienes sufren halitosis, y pasar por el incómodo rato de que cuando comience a hablar los demás arruguen la cara con disimulo o concluyan rápidamente la conversación, la dentista propone además de todo lo anterior beber mucha agua para evitar el aumento de las bacterias que provoca el mal aliento, evitar comer la carne roja y hacer enjuagues bucales.
Existen muchos mitos respecto al cuidado del mal aliento.
Estas son tres cosas que puedes haber oído sobre el mal aliento que no son verdad:
Mito N.º 1: El enjuague bucal hará que desaparezca el mal aliento. El enjuague bucal solo elimina el mal aliento de manera temporal. Si utilizas un enjuague bucal, busca uno que sea antiséptico (mate los gérmenes que causan el mal aliento) y que reduzca la placa, con un sello de la Asociación de Odontólogos de Estados Unidos (ADA). Cuando decidas qué productos dentales colocar en tu carrito de compras, siempre resulta una buena idea buscar los que son aceptados por la ADA. Además, pide recomendaciones a tu dentista.
Mito N.º 2: Mientras laves tus dientes, no deberías tener mal aliento. La verdad es que la mayoría de las personas solo cepillan sus dientes durante 30 a 45 segundos, lo que no es suficiente. Para limpiar todas las superficies de los dientes de manera eficiente, debes cepillarlos durante al menos 2 minutos, como mínimo dos veces al día. Recuerda cepillar también tu lengua, las bacterias aman quedarse allí. También es importante utilizar el hilo dental porque solo cepillarse no eliminará la placa dañina y las partículas de los alimentos que se pegan entre los dientes y las encías.
Mito N.º 3: Si respiras en tu mano sabrás que tienes mal aliento. ¡Error! Cuando respiras, no utilizas tu garganta de la misma forma que cuando hablas. Cuando hablas, tiendes a sacar los olores de la parte posterior de tu boca (donde se origina el mal aliento), y esto no sucede al respirar. Además, como solemos acostumbrarnos a nuestros propios olores, resulta difícil que una persona se dé cuenta si tiene mal aliento. Si estás preocupado por tu mal aliento, asegúrate de cuidar tus dientes y tu boca adecuadamente. Algunas gomas de mascar y mentas sin azúcar también pueden tapar olores de manera temporal.
Si cepillas y usas hilo dental en tus dientes de manera adecuada y visitas a tu dentista para que realice limpiezas regulares, pero tu mal aliento persiste, es posible que tengas un problema médico como sinusitis o enfermedad de las encías.
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