La obesidad es más habitual entre los adolescentes con autismo
Los adolescentes con un trastorno del espectro autista (TEA) podrían ser más propensos a ser obesos y a permanecer obesos a lo largo de la adolescencia que los demás adolescentes, sugiere un estudio reciente.
Los investigadores indicaron que la obesidad en la niñez podría tener consecuencias para la salud a largo plazo en las personas con un TEA. Afirmaron que se necesitan más estudios para comprender los cambios relacionados con la edad que podrían ayudar a evitar y a tratar la obesidad entre los adolescentes con el trastorno.
“Los niños con discapacidades del desarrollo se enfrentan a dificultades únicas y las intervenciones sanitarias dirigidas a los que no tienen trastornos, como el TEA, no siempre les ayudan”, dijo Aviva Must, la autora del estudio, catedrática de salud pública y medicina comunitaria en la Facultad de Medicina de la Universidad de Tufts, en Boston.
“La complejidad de sus necesidades médicas es tanto la razón por la que se debería prestar una atención particular a sus circunstancias como la razón por la que es difícil hacerlo”, dijo Must en un comunicado de prensa de la universidad.
El estudio contó con casi 44,000 personas de entre 10 y 17 años. Los niños y los adolescentes habían participado en la Encuesta Nacional de Salud Infantil de 2011-2012. Esta encuesta incluyó información sobre el peso, la estatura, el sexo, la raza, el estatus socioeconómico y si alguien tenía un TEA o no.
La obesidad era más habitual entre los niños y adolescentes con un trastorno del espectro autista. Los investigadores hallaron que el 23 por ciento de los que tenían el trastorno eran obesos, frente al 14 por ciento de lo que no.
La tasa de obesidad entre las personas jóvenes que no tenían un trastorno del espectro autista se redujo en un 50 por ciento entre los 10 y los 17 años de edad. Pero las tasas de obesidad entre las personas con un TEA no cambiaron durante esos años, mostró el estudio. La obesidad también fue más común entre los chicos con un TEA que entre las chicas, indicaron los investigadores.
“Anticipábamos ver un aumento de la prevalencia de la obesidad con la edad en niños con un TEA en comparación con los que no tenían un TEA, lo que aumentaría la disparidad con respecto a la obesidad”, dijo Must.