Los desafíos de los padres solteros
La crianza de los niños y la misión de dirigir una familia sin el apoyo de otro adulto trae desafíos que pueden resultar bastante estresante para el adulto como para el niño.
En la actualidad, los padres solteros son un grupo demográfico significativo en los Estados Unidos. Para el 2010, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD, por sus siglas en inglés) encontró que estas familias representan el 28, 3 por ciento de los hogares estadounidenses.
Durante los últimos 20 años las familias de padres solteros se han vuelto más comunes que las denominadas familias convencionales compuestas por la madre el padre y los hijos.
En la actualidad vemos toda clase de familias encabezadas por las madres, los padres o por los abuelos que crían a sus nietos.
Pero pese a la frecuencia de esta situación, los retos no dejan de abrumar al papá o la mamá quien tiene la responsabilidad de dividirse para ser padre, madre, juez, jurado, consejero y maestro a la vez.
En primer lugar, no tienes una figura principal en la que delegar o con la que repartirte el trabajo.
Así lo reconoce Martha González, madre soltera de tres niñas desde hace 4 años. Para Martha su labor como madre no ha sido fácil y en muchas ocasiones ha sentido desfallecer sus fuerzas al no contar con el apoyo de otro adulto dentro del hogar.
“Claro que tenemos más retos estando solos, porque hay una mayor presión y responsabilidad que si las tareas son compartidas por dos personas. Para eso he tenido que ajustar tiempos y rutinas para lograr el desarrollo, la educación y el bienestar de mis hijas de la mejor manera posible”, comentó esta mamá peruana, quien tiene más de 20 años de residir en Miami.
Otro de los grandes retos de los padres solteros es que tienen que ser su propio apoyo y sostén.
Y es que como cabeza de familia deben ser capaces de proporcionar alimentos, ropa, vivienda y mantener las cuentas al día.
“En una ocasión mi hijo Gabriel de 5 años enfermó de varicela así que solicité vacaciones para cuidarlo. Cuando se recuperó a la semana siguiente cayo en cama mi hija Camila y tuve que faltar al trabajo, pero esta vez sin goce de salario. Ese mes mi ingreso se vio drásticamente afectado”, agregó Matilde Huerta tras reconocer que aun hoy en día hace malabares para sacar 48 horas de 24.
Pese a todo, ambas madres coinciden que los desafíos las hacen fuertes porque su motivación es sacar adelante a sus hijos. “Yo considero que las pruebas por las que pasamos nos hacen levantarnos y hacerlo mejor la siguiente vez”, concluyó Huerta.
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