Sus Actos Pueden Cambiar el Progreso del Cambio Climático
No lo podemos ver, oler, o tocar, pero está todo a nuestro alrededor e incluso dentro de nuestros cuerpos (en nuestra sangre). Esta sustancia fantasmagórica es sumamente pequeña y es denominada “dióxido de carbono”, o CO2, por los químicos. Se comporta como un gas, como el aire mismo, y es invisible. El dióxido de carbono mantiene la temperatura de la atmósfera, pero si su concentración aumenta la temperatura del aire puede ponerse insoportablemente, caliente.
Desde el momento en que las máquinas que queman carbono y petróleo fueron inventadas, el aire de la Tierra se llegó a sobrecargar de CO2, lo que ha producido el calentamiento del aire (el CO2 atrapa el calor de la luz solar).
El año pasado, el 2016, fue precisamente el año más caliente desde 1880, con una temperatura de 1.8 grados Fahrenheit más alta que la temperatura promedio de todo el siglo 20 (1900- 1999).
La pregunta clave es: ¿Qué podemos hacer con respecto a esto como individuos y como comunidad? La mayor parte del público usualmente piensa que este problema es tan grande que nadie puede resolverlo individualmente. Sin embargo, no hay que olvidar que más y más personas ya están cambiando sus estilos de vida y están impactando la manera como las corporaciones y el gobierno nos venden y ofrecen sus servicios. Nosotros los consumidores influenciamos, y las industrias responden.
A continuación véase tres acciones claves y poderosas que usted puede tomar y que le dan el poder de ayudar a disminuir la temperatura en el aire, y que hace que las industrias puedan cambiar sus hábitos de producción de CO2:
• Escoja comida fresca. Muchas de las comidas procesadas y empaquetadas que se venden en los supermercados contienen ingredientes petroquímicos, lo que preocupa a los científicos de la salud y es que estos alimentos producen emisiones de CO2 para su producción. Mientras más de nosotros escojamos comida orgánica fresca, las industrias de comida invertirán en comidas naturales y eliminarán petroquímicos, apaciguando el calentamiento de la tierra.
• Consuma menos carne roja, al menos por ahora. Desafortunadamente, la mayor cantidad de carnes rojas que se venden en los supermercados provienen de centros de engorde en donde las vacas comen maíz y donde se les inyecta antibióticos y hormonas, todo esto son derivados del petróleo. Mientras más personas descartan las carnes rojas, las industrias de carne comenzarán a alimentar a las vacas con pasto, lo cual reducirá dramáticamente las emisiones de CO2.
• Diga “no gracias” a las bolsas de plástico. Las bolas de plástico enredan y tapan la vida misma, estas no se descomponen hasta después de cientos de años, siendo un producto del petróleo. Utilice bolsas de tela o paja cuando vaya a comprar a supermercados o centros comerciales (mantenga sus bolsas al alcance luego de cada uso). Casi siempre los cajeros automáticamente ponen lo que uno compra en bolsas plásticas: díganle “no gracias” y usted estará ayudando a salvar al planeta combatiendo el calentamiento global.
Existen muchas otras decisiones que uno puede tomar para reducir la tendencia del calentamiento global. Nosotros, la comunidad, somos los que forjamos cambios perdurables. Juntos podemos parar el cambio climático. Para más información en lo que uno puede hacer visite la página del EPA www.epa.gov/climatechange/, y para más educación ambiental visite www.lopezlawrence.wixsite. com/cere.
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