Service Charge en Restaurantes: Legal, pero Rechazado por la Mayoría
Salir a comer en Miami y en muchas ciudades de Estados Unidos se ha vuelto un verdadero lujo. Los precios de los menús han subido de manera constante debido a la inflación, el aumento en los costos de los alimentos, alquileres y mano de obra. A esta situación se suma un cargo cada vez más polémico: el “service charge” o cargo automático por servicio. Aunque esta práctica es legal en Florida y en todo el país, para muchos clientes representa la gota que colma el vaso.
Un estudio de YouGov reveló que el 70% de los estadounidenses considera inaceptable que un restaurante agregue automáticamente un cargo por servicio de hasta 20%. De forma similar, una encuesta del Pew Research Center encontró que un 72% de los encuestados rechaza cualquier tipo de cargo automático, lo que refleja un fuerte rechazo social hacia esta práctica.
La percepción negativa también afecta directamente a los negocios. Datos de Technomic muestran que un 40% de los consumidores serían menos propensos a regresar a un restaurante que aplica service charge, mientras que solo un 13% dijo que no le importaría. En un contexto de precios altos e inflación, este tipo de cargos puede terminar alejando a los clientes en lugar de fidelizarlos.
En plataformas como Reddit y foros de reseñas abundan las quejas. Muchos clientes expresan frustración al ver en su cuenta un cargo automático de 18% o 20%, y luego sentir la presión de dejar una propina adicional. Para ellos, esto equivale a un doble pago: un porcentaje obligatorio más la propina tradicional, lo que encarece aún más la salida a un restaurante.
Pese a la molestia generalizada, la práctica sigue en aumento. Según la plataforma de pagos Square, en el segundo trimestre de 2024 el 3.7% de las transacciones en restaurantes incluyó un service charge, más del doble en comparación con inicios de 2022. Aunque todavía minoritario, el crecimiento refleja que más negocios recurren a este modelo para cubrir sus gastos en un escenario económico complicado.
En conclusión, el service charge es legal y está en crecimiento, pero los clientes no lo aceptan con facilidad. En un tiempo donde la inflación y los precios altos ya encarecen cada salida, sumar cargos extra hace que ir a un restaurante en Miami y el resto del país sea cada vez más difícil de disfrutar.



